Más allá del puente

Conocí al autor salvadoreño  José Rutilio Quezada en mi época adolescente con  «Dolor de Patria» y «La última guinda», y esa última sigue siendo una de mis favoritas a pesar del tiempo, me gustaba mucho la historia de Zenaida y Sabino.

Con «Mientras viva esta Orquídea» (Clásicos Roxsil/2009) Quezada nos envuelve en una novela de amor pero sobre todo de resiliencia y de coraje, narrada en primera persona por la protagonista: María Rubi Fiori.

María Rubí era hija única, que creció rodeada a simple vista con todo lo necesario «en una buena familia» y con «buena educación» como interna en un colegio de monjas. Pero no todo es lo que parece, su vida estaba llena de injusticias con un padre bebedor y maltratador, y una madre que no pudo hacerle frente a esa violencia.

Y ese entorno familiar hace que ella siga llevando una pesada maleta emocional, llorando a un viejo y mal amor,  que se refugie en los libros de la biblioteca de la ciudad y en las charlas virtuales con una amiga que vive lejos, y que vuelva a caer en un círculo vicioso que la obliga a permanecer en un manicomio donde no se reconoce ni ella misma.

«Déjame detenerme…en la fuente de los nenúfares alejandrinos. Deseo leer los sonetos florales contenidos en sus  catorce  pétalos: quiero verme en sus aguas, quiero estar segura de que sigo teniendo cara» …

Conciencia

La historia transcurre en Santa Úrsula, una ciudad pequeña ubicada en un país imaginario con nombres de ciudades nacidos de la ficción, que por algunas palabras podríamos deducir que es Venezuela  o alguna zona del Caribe, pero ni su historia ni su imagen varía mucho a una ciudad latinoamericana.

La plaza, la iglesia, los barrios pudientes donde viven los Vesalio y aquellos donde están los marginados, que en este caso son los «negros haitianos» que viven aislados del otro lado del puente de ‘Río Dulce», pero son los que se dedican  a hacer todas las labores mal pagadas.

Y aquí es donde el autor logra llevarnos por una historia, sin pretensiones pero que esconde más allá de todo una fuerte crítica a la exclusión social y al machismo, que encierra a toda aquella que quiera salirse de la línea marcada.

Con un buen ritmo y a base de flashback Quezada nos lleva por un recorrido turístico por Santa Úrsula, por la adolescencia de María Rubí y por un estado de locura y exaltación aderezado con la música cantada por Rafaela, del que no estamos seguros como lectores si logramos salir.

Muy recomendada.

Quezada también ha publicado otros obras como las que menciono al inicio de la nota y que tienen como eje central o entorno, la guerra civil que vivió El Salvador en la década de los ochenta. Además de Las Profecías de Adán Cangrejo, Memorias de mis Alegres Domésticas, entre otros.

Este libro está disponible en El Salvador en Clásicos Roxsil - 51 años-"Donde los libros florecen para ti".